La idea de revitalizar un espacio público a través de mejoras que reúna a las personas no debiera generar sospechas, ni mucho menos, temor. Sin embargo, existen ejemplos específicos de lugares que han visto un aumento significativo en el costo de vida después de su revitalización, generando una serie de paradojas. Después de todo, ¿este "nuevo villano" llamado gentrificación, tiene alguna relación con el placemaking, o la rehabilitación de nuevos lugares para las personas?
La respuesta, por desgracia, es sí. Aunque no es una relación directa de causa y efecto, es imposible negar la tenue línea entre estos dos conceptos. Por definición, la gentrificación o "ennoblecimiento", se refiere al mejoramiento social, cultural y económico de un barrio o, en mayor escala, de toda una región. El placemaking es el proceso de planificación de espacios públicos de calidad que contribuyen al bienestar de la comunidad local. Los conceptos pueden ser similares, pero los métodos y las consecuencias de los dos son muy diferentes.
La idea detrás del placemaking se originó en la década de 1960 cuando escritores como Jane Jacobs y William H. Whyte comenzaron a desarrollar ideas innovadoras sobre ciudades que atendían a las personas, centrándose en la importancia de barrios que invitan y se viven. El término gentrification fue acuñado en 1964 por la socióloga británica Ruth Glass para describir el flujo de gente de la clase media que desplazó a los habitantes de clase baja de los distritos urbanos. Glass ilustró la gentrificación citando el ejemplo del barrio de Islington, en el norte de Londres, donde se compraron casas modestas y viejas para convertirals en residencias elegantes y caras cuando expiraron sus permisos.
Hoy en día, es este mismo proceso el que convierte a la gentrification en el villano de la película. Los residentes son desplazados cuando ya no pueden pagar por la vivienda, los servicios públicos, las escuelas y otros servicios ofrecidos en el barrio debido a la creciente riqueza de la zona. La confusión entre los términos comienza cuando las inversiones en espacios públicos probablemente redundarán en inversiones potenciales aún mayores para el área.
En este complejo proceso, es difícil negar la relación entre la mejora o el desarrollo de un espacio público y el consiguiente aumento del valor de la tierra circundante. Sin embargo, el placemaking no es una causa directa de la gentrificación. La diferencia reside en los factores que motivan los dos procesos.
El placemaking deja de serlo cuando deja de considerar la opinión de los que viven y trabajan en el área. Tomar decisiones con la auténtica contribución de la comunidad y el reconocimiento de sus necesidades y deseos es lo que define el proceso. Las transformaciones deben comenzar con la misma comunidad que usa el espacio. La gentrificación se guía, con o sin la influencia del gobierno, por objetivos económicos, implicados en el proceso de mejora y devaluación de los espacios urbanos a lo largo del tiempo. Esto puede suceder especialmente cuando los distritos de clase alta ya no pueden sostener el número de habitantes, que luego buscan instalarse en otro lugar.
Este proceso es ampliamente debatido en la ciudad estadounidense de San Francisco. Urban Displacement, un sitio de la Universidad de Berkeley, ha desarrollado un mapa que muestra los tipos de desplazamientos en la región e indica varias áreas en etapa avanzada de gentrificación. La reubicación de varias empresas de tecnología se da comúnmente como el culpable de la transformación de la ciudad. El costo de la vivienda y la gran cantidad de una nueva clase de trabajadores ha hecho que barrios como Mission, famosos por la presencia de inmigrantes latinoamericanos, entren en una fase de transformaciones.
Condominios de lujo, tiendas de helados orgánicos, cafés que sirven lattes de soja y tiendas de chocolate que ofrecen muestras de Ecuador y Madagascar están reemplazando rápidamente tiendas de 99 centavos, tiendas de esquina y apartamentos de alquiler controlado en el barrio latino de Mission District - escribe The New York Times.
En São Paulo, el proyecto del Parque Minhocão ha sido cuidadosamente estudiado debido al temor de que se convierta en otro ejemplo de gentrificación. El proyecto, declarado en marzo por el alcalde Fernando Haddad, pretende transformar gradualmente una autopista elevada que atraviesa el centro de la ciudad de São Paulo en una zona recreativa. Actualmente, Minhocão está cerrado durante casi 40 horas durante los fines de semana. "Estamos preocupados por la gentrificación en la zona porque no queremos expulsar a nadie", dijo el alcalde. Con este fin, Haddad dijo que sugeriría al subprefecto de la zona crear un Consejo de Administración compuesto por residentes.
Aunque el fenómeno de la gentrificación se está volviendo común en las grandes ciudades, las mejoras locales no deben considerarse como amenazas. Lo que el crítico urbano Matthew Yglesias llama "gentrificationphobia" puede generar un miedo excesivo al progreso y retrasar los proyectos que las comunidades necesitan. Los avances pueden aumentar el valor de la tierra, pero no necesitan desalojar a los habitantes.
La forma en que se ejecutan los proyectos es lo que determina sus resultados. El conocimiento sobre la gentrificación y el placemaking enfatiza la importancia de crear espacios para todos, espacios que conectan áreas, en lugar de dividirlas. Los barrios necesitan ser identificables y mantener sus cualidades naturales, cosas que se han desarrollado con el tiempo. Evitar la gentrificación evita que se borre la historia.
